Las disfunciones sexuales son padecimientos que interfieren con la respuesta sexual, es decir que dificultan o impiden el deseo, la excitación y/o el orgasmo. Para poder ser considerados como padecimientos, deben suceder con cierta frecuencia durante algún tiempo.
Es importante que se cumplan los criterios de frecuencia y tiempo, dado que es natural vivir eventos desafortunados durante el ejercicio sexual, las causas de estas "fallas" son el cansancio, el estrés o las distracciones circunstanciales.
Las disfunciones sexuales deben presentarse en todos o casi todos los intentos durante al menos seis meses (DSM-IV, 2004). Por otro lado, pueden haber sucedido desde el principio o empezar a suceder después de un tiempo de buen funcionamiento. Esto se refiere a la temporalidad de la disfunción, puede ser primaria (desde siempre) o secundaria (después de buen funcionamiento). También pueden suceder en algunas situaciones y en otras no, de manera que tenemos disfunciones globales (se presentan en todas las situaciones), situacionales (solamente presenta en algunas situaciones o con una pareja si y con otra no) o parciales (la disfunción se presenta en todas las situaciones excepto en el autoerotismo).
Las disfunciones pueden presentarse en cualquiera de las fases de la respuesta sexual: en la fase de deseo sexual, puede presentarse el deseo sexual hipoactivo (baja o falta de deseo sexual).
En la fase de la excitación sexual, hay disfunciones masculinas, la disfunción eréctil (dificultad para lograr o mantener una erección suficiente para la satisfacción sexual) y disfunciones femeninas, excitación sexual inhibida con lubricación vaginal (dificultad para sentirse excitada a pesar de la presencia de lubricación vaginal adecuada), excitación sexual inhibida sin lubricación vaginal (dificultad para lograr o mantener la lubricación vaginal suficiente para la penetración y satisfacción sexual).
En la fase de orgasmo, los hombres pueden presentar eyaculación precoz (eyacular ante una estimulación sexual mínima, antes durante o después de la penetración, antes de que la persona quiera eyacular) y en ambos sexos puede haber anorgasmia (falta de la experiencia orgásmica ante una estimulación sexual suficiente).
En la fase de resolución pueden aparecer los síndromes dolorosos aunque la dispareunia (dolor coital) puede suceder en cualquier fase de la respuesta sexual.
Existen también disfunciones sexuales que impiden la relación sexual y en particular la penetración son: el vaginismo (contracción involuntaria de los músculos pélvicos que estrechan el introito vaginal o entrada de la vagina impidiendo o dificultando dolorosamente la penetración) y la fobia sexual (miedo y angustia ante la posibilidad de una relación sexual, en particular de una penetración), la fobia puede presentarse tanto en hombres como en mujeres.
Todas las disfunciones sexuales tienen consecuencias negativas, como malestar personal, conflictos interpersonales, sufrimiento y en ocasiones evitación de la intimidad sexual.
Las causas de las disfunciones son diversas y deben ser exploradas con detenimiento pues algunos padecimientos físicos como la diabetes, la hipertensión arterial, el síndrome metabólico, algunos trastornos neurológicos u hormonales y algunos tumores cancerosos tienen manifestaciones en la respuesta sexual humana. Otras causas pueden ser psicológicas como angustia de desempeño, desconocimiento del propio cuerpo y su funcionamiento, interferencias de pensamientos durante la actividad erótica, baja autoestima, trastornos de personalidad o conflictos mentales o emocionales. Un tercer nivel de causas de las disfunciones se encuentra en la relación de pareja, los conflictos y discusiones, problemas de comunicación dificultan las experiencias placenteras y en ocasiones interfieren en la respuesta sexual humana.
En cualquier caso, es muy importante atender las disfunciones sexuales con un especialista (sexólogo clínico) que sea capaz de realizar el diagnostico completo y ofrecer un tratamiento adecuado pues las consecuencias tanto en lo individual como en pareja son importantes y se relacionan con la salud física, mental y sexual, la satisfacción sexual en particular y la satisfacción por la vida en general.
2 comentarios:
Me resultó muy interesante la lectura de tu artículo. Tal vez daría más importancia a los factores psicológicos por su mayor impacto en las relaciones de pareja.
Estimada Lucia: aprecio tu comentario, depende de cada caso, en ocasiones tienen mayor influencia los factores biológicos, en otras ocasiones los factores psicológicos y emocionales son los que provocan o mantienen una disfunción sexual. En todo caso, todas las disfunciones tienen un impacto importante en la relación de pareja y en la autoestima de las personas.
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